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jueves, 15 de septiembre de 2022

MONUMENTO AL GRAN CAPITAN DE CORDOBA

 EL GRAN CAPITAN DE CORDOBA


El monumento al Gran Capitán es una obra dedicada a Gonzalo Fernández de Córdoba "El Gran Capitán", ubicada en la plaza de las Tendillas de la ciudad española de Córdoba. Se trata de una escultura ecuestre en bronce, con excepción de la cabeza, labrada en mármol blanco. Fue realizada por el cordobés Mateo Inurria en 1923, aunque se trasladó a su ubicación actual en 1927.

Gonzalo Fernández de Córdoba: El Gran Capitán


Gonzalo Fernández de Cordoba más conocido como El Gran Capitán Militar fue un militar español del siglo XV, a quien se atribuye el mérito de haber creado el primer ejército profesional español. A fines del siglo, los Reyes Católicos deciden emprender la reconquista del reino de Granada y expulsar a los moros del territorio español. En el ejército movilizado a tal fin se encuentra don Gonzalo Fernández de Córdoba, quien llegaría a ser conocido como el Gran Capitán, y cuyos méritos en combate le hacen acreedor del reconocimiento real durante el asedio de Granada. Derrotadas las fuerzas enemigas, el rey Fernando le encomienda que establezca con Boabdil, el último rey nazarí, los términos del tratado de rendición de la ciudad en 1492.

Llegada a la corte

Gonzalo Fernández de Córdoba nació en Montilla (Córdoba) el 1 de septiembre de 1453 y, muerto su padre, fue enviado a la ciudad de Córdoba para que se educara bajo el cuidado de Diego de Cárcamo, pariente lejano de la familia. En aquella época Castilla se hallaba dividida en dos bandos que seguían al legítimo rey, Enrique IV, y al pretendiente don Alfonso. Siendo todavía un niño, Gonzalo marchó a Ávila a servir de paje al infante don Alfonso, y como tal le acompañó en sus campañas bélicas la guerra de Sucesión que siguió a la muerte de Enrique IV, Gonzalo hizo sus primeras armas en la batalla de Albuera. En esa ocasión figuró al mando de una compañía de 120 jinetes.

Reconquista de granada

Al emprender los Reyes Católicos la campaña para la reconquista de Granada, Gonzalo Fernández de Córdoba pasó a integrarse en el ejército movilizado para la histórica ocasión. Conforme a la leyenda, durante el cerco de la ciudad se distinguió por su arrojo y proezas de armas. En mérito a los mismos, Fernando el Católico ordenó que fuera él quien estableciera con el rey nazarí Boabdil los términos del tratado de rendición. Previamente, durante el asedio, había tenido ocasión de probar la que, también según la leyenda tejida en torno a su persona, sería proverbial generosidad del Gran Capitán: un incendio destruyó parte del campamento de los sitiadores y las llamas devoraron, entre tiendas y otros enseres, el guardarropa de la reina Isabel; Gonzalo, diligente, hizo que su esposa, María Manrique, enviara desde Illora todo lo necesario para reponer el malogrado vestuario.

gran capitan duque nemours
El Gran Capitán

Campaña de Italia

Cuando Carlos VIII de Francia decidió invadir Italia, el Gran Capitán tuvo ocasión de proseguir la lucha en defensa del estandarte de Fernando el Católico, acudiendo en ayuda del rey de Nápoles, Fernando II. El Gran Capitán desembarcó en Messina con un ejército que debía operar junto a las tropas de Milán, Roma, Venecia y Austria, coaligadas en la llamada Liga Santa. El rey de Nápoles había desembarcado en las costas de Calabria y se unió a Fernández de Córdoba para ocupar la ciudad de Reggio. La campaña de ambos continuó con éxito hasta que las fuerzas aliadas fueron derrotadas en Seminara. Fernández de Córdoba, sin embargo, levantó la alicaída moral de sus hombres y reanudó la campaña, apoderándose de las dos Calabrias.
La zona norte quedó, no obstante, en manos de los franceses, quienes ofrecieron una tenaz resistencia. Pero en julio de 1496 Federico I, que había sucedido a Fernando en el trono de Nápoles, solicitó la ayuda del capitán español para atacar a los franceses. Derrotado por Fernández de Córdoba, el general francés se vio obligado a retirarse.

Liberación de los estados vaticanos

En lo sucesivo, el militar español recibiría el sobrenombre de Gran Capitán, con el que pasaría a la historia. Sus grandes dotes militares hicieron que el papa Alejandro VI le llamase para que liberara los Estados vaticanos del acoso del corsario Menaldo Guerri, quien desde su base de la ciudad de Ostia, en la que ostentaba el puesto de gobernador, impedía el abastecimiento de Roma. Fernández de Córdoba llevó a cabo con brillante éxito la misión: tomó Ostia e hizo prisionero al corsario. Posteriormente, en Nápoles sería aclamado por el pueblo, mientras Federico I le otorgaba los ducados de Terranova y Sant’Angelo, junto con todas sus tierras, ciudades, villas y fortalezas.

Ocupación de regiones italianas de apulia y calabria

Muerto Carlos VIII y disuelta la Liga Santa, en 1500 regresó a Italia tras pasar una temporada en Granada, y ocupó Apulia y Calabria, que habían correspondido a los Reyes Católicos en virtud del Tratado de Granada. Según este tratado, se había acordado con Luis XII de Francia el reparto del reino de Sicilia peninsular y el derrocamiento de Federico I. El Gran Capitán desembarcó en Tropea y se hizo fuerte en las dos Calabrias y Narento, haciendo prisionero al heredero del trono, príncipe de Calabria, que fue enviado a España. La frágil paz entre españoles y franceses duró poco. Tras una nueva ruptura de las hostilidades, estos últimos fueron derrotados en Garellano y todo el reino de Nápoles quedó en manos españolas.

Alejamiento de la corte y muerte

Fernández de Córdoba hizo reconocer a Fernando el Católico como rey de Sicilia y gobernó en su nombre. Pero al cabo de unos años el entendimiento entre el monarca y su súbdito comenzó a debilitarse y, finalmente, el Gran Capitán fue obligado a regresar a España, estableciéndose en Loja, lejos de la corte. Gonzalo Fernández de Córdoba, a quien se considera el creador del ejército profesional español e impulsor de la infantería como base del mismo, murió en Granada en 1515.

gonzalo fernandez cordoba gran capitan
Gonzalo Fernández de Cordoba: El Gran Capitán
Cómo citarnos
Jiménez, María y Muñoz, Antonio (2016, 24 de abril). Gonzalo Fernández de Córdoba: El Gran CapitánHistoria del España. https://historiaespana.es/biografia/gonzalo-fernandez-cordoba-gran-capitan

Leyendas[editar]

Una de las más extendidas leyendas que circulan en Córdoba sobre el monumento al Gran Capitán, trata sobre la cabeza que incluye la estatua es la cabeza del torero Lagartijo. Nada más lejos de la realidad. El profesor Ramón Montes señaló la causa de la diferencia material y cromática entre la cabeza y el resto de la escultura:

La figura ecuestre está realizada en bronce, a excepción de la cabeza que es de mármol blanco. Recurso éste, que utilizó Inurria para contrastar y darle una más genuina expresión. Sobre la base de este hecho, existe un bulo según el cual la cabeza del Gran Capitán es la de Lagartijo. Nada más lejano a la realidad. Existen expuestas ambas cabezas, en bronce, en el Museo de Bellas Artes, en donde puede comprobarse el error.
Página 386, tomo III de la obra CORDOBA, editorial GEVER, 1988.

En la misma línea se manifestó José María Palencia Cerezo en uno de los más completos estudios realizados hasta la fecha sobre el monumento:

(...) no existe al respecto ningún tipo de testimonio documental ni literario que pueda llevar a plantearlo. En segundo, porque sobre el particular nada se recoge en el contrato firmado en 1915 con el Ayuntamiento de Córdoba. Y por último, porque de haber procedido en tal sentido, Inurria hubiera navegado contracorriente, convirtiendo una de sus obras más emblemáticas en un pastiche sin sentido de época.
El Gran Capitán de Córdoba a Italia al Servicio del rey. En el capítulo El Monumento al Gran Capitán de Córdoba. José María Palencia Cerezo.

En realidad, el modelo para la cabeza fue un organista de la iglesia de San Nicolás de la Villa.

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martes, 13 de septiembre de 2022

RELOJ DE LA PLAZA DE LAS TENDILLAS

 EL RELOJ DE LAS TENDILLAS
VISTAS DEL RELOJ

Inaugurado el 29 de enero de 1961, el reloj de la plaza de las Tendillas, situado sobre la esquina con la calle Gondomar, da la bienvenida cada 31 de diciembre al año nuevo delante de miles de cordobeses que se concentran en la plaza para celebrarlo.

El reloj posee la peculiaridad de que, en lugar de dar campanadas, toca los cuartos y las horas con el sonido de una guitarra construida por Manuel Reyes Maldonado y tocada por el guitarrista Juan Serrano a ritmo de soleares.

El folclórico reloj fue idea y realización de "Philips", por eso a las doce y a las diecisiete la voz de Matías Prats inunda la plaza de decibelios publicitarios y pronuncia solemnemente el consabido slogan de "¡Mejores, no hay!".

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FESTIVAL DE LAS CALLEJAS DE CÓRDOBA "CALLEJA RASTRERA" (ZONA CALLEJAS DE SAN LORENZO)

 CALLEJA RASTRERA


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jueves, 1 de septiembre de 2022

SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA FUENSANTA (CÓRDOBA)

 SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA 

DE LA FUENSANTA

El santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, en Córdoba (España), fue construido en la segunda mitad del siglo XV, a las afueras de la ciudad, junto al río Guadalquivir, en el lugar donde la tradición sitúa la aparición de la Virgen y del manantial con poderes curativos de donde deriva la denominación para el sitio y la advocación de la imagen de la «Fuensanta», objeto de culto desde entonces.

El conjunto patrimonial, que destaca por sus relevantes valores históricos, artísticos y etnológicos, es de primitiva factura gótico-mudéjar aunque con importantes intervenciones posteriores, según los estilos barroco y neogótico fundamentalmente. Está conformado por la iglesia, a la que se adosan un patio con atrio, la antigua hospedería, la casa del santero, el templete humilladero que alberga la fuente o pocito milagroso y la explanada delantera, donde tienen lugar los principales rituales del ocho de septiembre, festividad de la Virgen de la Fuensanta. El interior del inmueble alberga una significativa colección de bienes muebles, entre los que cabe señalar la imagen de la Virgen de la Fuensanta, copatrona de la ciudad, y una numerosa e interesante colección de exvotos que evidencian la importancia del santuario a nivel simbólico e histórico.

El Santuario, además de albergar a la Patrona, la Virgen de la Fuensanta, es sede de la Pro-Hermandad de la Bondad.

Historia

El origen del Santuario hay que situarlo en una aparición que según los autores pudo ocurrir en el año 1420 o en 1442, cuando, según la leyenda (aunque existen pequeñas diferencias en función del autor que sigamos), vivía en Córdoba un pobre artesano, Gonzalo, que tenía a su mujer enferma y a su hija loca, el hombre sólo vivía para cuidarlas y alimentarlas. Una calurosa tarde de verano, Gonzalo se sintió tan desesperado y acosado por la necesidad, que se echó a andar sin saber donde iba. Caminaba por la orilla del río recogiendo moras de las zarzas y se iba olvidando de su amargura. De pronto notó que se le acercaban dos bellas jóvenes y un joven también muy hermoso, una de las jóvenes se le acercó y le dijo " Gonzalo, toma agua de aquella fuente que está bajo los árboles y dásela a tu mujer y a tu hija para que la beban, y sanarán de sus enfermedades . El pobre hombre sin saber qué hacer, pero con esperanza en su corazón, pensó que aquellas mujeres eran la Virgen María, de la que era muy devoto, y los patronos de Córdoba, San Acisclo y Santa Victoria. En eso pensaba sin atreverse a mirarlos , cuando el joven dijo: " Haz lo que te dice la Madre de Jesús, que mi hermana Victoria y yo somos los patronos de esta ciudad". Gonzalo ardía en deseos de cumplir lo mandado cuanto antes. Buscó entre los árboles, y allí estaba el agua, al pie de una higuera , volvió la vista hacia los mensajeros, pero ya no estaban. Corrió en busca de una vasija y con ella llena de agua marchó a su casa, les contó a las mujeres lo que le había ocurrido, y les dio a beber el agua. Al poco tiempo las dos mujeres sanaron, y también todos los que bebían el agua de la sagrada fuente, de la Fuensanta. Años después un ermitaño que estaba al borde de la muerte, fue a la Fuensanta, bebió el agua y curó. Le pidió a Dios que le dijera por qué aquella agua lo había curado. El día 8 de septiembre oyó una voz que le dijo que en el tronco de aquella higuera salvaje que crecía junto a la fuente, había encerrada una imagen de la Virgen, que habían puesto allí antiguos cristianos, y que el árbol había cubierto con su madera para ocultarla de los moros. El ermitaño corrió a contar lo que había escuchado al Obispo. Este hizo cortar la higuera y allí apareció la imagen de la Virgen que se venera en el Santuario. La imagen se trasladó a la Catedral hasta que se construyó el Santuario.

Parece que de ambas fechas la más certera es la de 1442 y son varios los motivos para pensar esto: por una lado la coincidencia del 8 de septiembre en sábado (algunos relatos afirman que la aparición se produjo un sábado), hecho que se produce en 1442 pero no en 1420; en segundo lugar la titularidad de don Sancho de Rojas como obispo de Córdoba, que según algunos de los relatos era el obispo en cuyo mandato ocurrieron los acontecimientos y que accede al cago en 1440; en tercer lugar la existencia en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba del testamento de Isabel Rodríguez, la mujer de Gonzalo, fechado en 1481 (confirma que es la "mujer de Gonzalo García, a quien se apareció la Virgen en la Fuente Santa"), por lo que si en el momento de la aparición ya estaba casada y con una hija de cierta edad, teniendo además en cuenta la esperanza de vida de la época, la fecha de 1420 parece más improbable; en último lugar los relatos dicen que muy poco después se comienza la construcción del templo (1450), por lo que se ve más probable la fecha de 1442.

Excitada la devoción, muy pronto le dedicaron un templo y el año 1450 se hizo solemnemente la invención, construyéndose la iglesia en lo que fuera la Huerta de Albacete, disponiendo el cabildo que se hiciese un brocal al pozo para que allí se recogiese el agua de la fuente. En 1455 fue al Santuario la reina Doña María, esposa del rey Don Alonso de Aragón; curada de su enfermedad, donó una gran cantidad de alhajas y oro con destino a la construcción de una hospedería u hospital para los pobres y unas habitaciones para el capellán, lo que incrementó aún más la devoción y por lo que el Obispo de Córdoba acordó labrar un humilladero sobre la fuente. La fama de los milagros fue muy grande, recogiéndose numerosas historias y anécdotas en torno al Santuario de la Fuensanta. Son también muy importantes las numerosas procesiones que con motivo de inundaciones, sequías, temporales, epidemias, etc., se conocen en relación con el mismo y con la historia de la ciudad de Córdoba.

Sobre las obras hay constancia de que ya estaban terminadas en 1494, y efectivamente, las características del humilladero son del último tercio del siglo XV. Con el tiempo el santuario ha sufrido numerosas intervenciones debido en gran parte a su situación junto al río, por las consecuentes inundaciones, que lo han afectado gravemente en muchas ocasiones.

Descripción

Columnas del atrio.

La iglesia es el resultado de varias reedificaciones, una de ellas efectuada en 1646, en la que se alteró la estructura primitiva sustituyéndola por otra de estética barroca, aunque una última intervención, efectuada en 1976, para su adaptación a la nueva función de parroquia del barrio, ha recuperado la imagen mudéjar. Es de planta rectangular de tres naves, con tres tramos de arcos apuntados que apean sobre pilares cruciformes, según el estilo gótico mudéjar. A la capilla mayor, construida en el primer cuarto del siglo XVI, se accede por un arco toral apuntado que descansa sobre pilastrones de perfilería gótica y zócalos maclados, la cubierta es de bóveda de crucería, en las paredes laterales están colocadas sendas lápidas que evocan la milagrosa aparición de la imagen de la Virgen y delante del altar se encuentra la lápida de enterramiento de la familia Corral, patrona de la capilla. La preside un camarín, realizado a fines del siglo XVII, que cobija la imagen de la Virgen de la Fuensanta y al que se accede desde el exterior por una interesante escalera de mármol rojo de Cabra, de dos tramos en «L», cubierta por bóveda con decoración de yeserías, en la que se alberga la importante colección de exvotos.

Dentro del cuerpo de la iglesia se encuentran varias capillas. La situada en la cabecera del lado del Evangelio está presidida por un altar con hornacina de estilo barroco con la imagen de Santa Ana con la Virgen Niña, y a ambos lados los bustos de un «Ecce Homo» y una «Dolorosa» en dos pequeñas urnas, y sobre la mesa del altar un relicario de la Santa Cruz de madera en forma de custodia. Se cierra con una verja de hierro forjado del siglo XVI.

La capilla de la cabecera del lado de la Epístola, denominada del Sagrario o del Cristo de las Mercedes, posee pinturas al fresco que representan ángeles con los símbolos de la Pasión en la bóveda, atribuidas a Antonio del Castillo. La cierra una reja de la segunda mitad del siglo XVI con el escudo del fundador, Fernando Sánchez de Castillejo. Contiene un altar de sencilla decoración de cenefas con el Cristo de la Mercedes, imagen de origen americano donada por el fundador.

A los pies de la iglesia, flanqueando el coro situado sobre el vestíbulo de acceso al templo, se hallan las capillas de San José y del Cristo del Humilladero, construidas a principios del siglo XX. La fachada principal, a los pies de la nave central, está realizada en ladrillo y estructurada sobre la base de una composición escalonada que culmina en la espadaña. En el centro se inscribe la portada, realizada en piedra y ordenada en tres alturas, con frontón triangular partido en el piso inferior, balconcillo y frontón semicircular de quebrada cornisa en el segundo piso y óculo circular en el remate. Corresponde a la restauración de 1647, cuando la ampliación de la iglesia, el añadido de la crujía de los pies de la nave, según las características del estilo barroco. Esta reforma, de gran envergadura, también afectó a la sacristía, nave mayor, capilla de Santa Ana y tejados.

La iglesia tiene además una puerta lateral de estilo gótico, realizada en piedra, con arco apuntado enmarcado por alfiz. A fines del siglo XVII se adosó un pórtico a la fachada lateral que comunica con el patio, con seis arcos de ladrillo sobre columnas pétreas, dedicado a proteger los exvotos y aún permanecen el del caimán, los dientes de grandes peces americanos y la costilla de ballena.

Humilladero, situado delante de la fachada del santuario.

El humilladero o templete, dispuesto ante la fachada del santuario, es de planta cuadrada, con tres lados abiertos por arcos apuntados y el cuarto lado cerrado por un muro en el que se dispone un nicho tras una verja. El interior está cubierto por bóveda de crucería estrellada, con claves en las que se representan los Apóstoles y ménsulas decoradas con los símbolos de los Evangelistas. Es la única construcción totalmente gótica de la ciudad de Córdoba. En principio en la hornacina estaba colocada una imagen de la Virgen, copia de la del interior de la Iglesia, pero al ser objeto de varios actos vandálicos fue sustituida por un lienzo con referencia al milagro de la aparición de la Virgen, pero desde 1949 contiene un «cuadro de cerámica». La imagen pudiera ser la que recientemente ha aparecido enterrada en el atrio, una Virgen con el Niño de piedra de caracteres góticos que, aunque deteriorada, se ha colocado sobre un pedestal en el patio.

El brocal del pozo es de principios del siglo XX, fue realizado por Mateo Inurria, según la estética neogótica, en sustitución de otro anterior.

Ubicadas en el jardín existente junto al lado del Evangelio se encuentran las dependencias parroquiales y la casa del santero; actualmente habilitadas para dependencias parroquiales, todavía conservan algunos vestigios originales como un arco ojival gótico y unos arquillos mudéjares de ladrillo sobre pilares ochavados.

Finalmente cabe señalar la explanada delantera dispuesta ante el santuario, lugar de encuentro de los fieles que se acercan al santuario y al que sirve de acceso. En origen eran los terrenos de la huerta, hasta que en el último tercio del siglo XVIII se dispuso su nivelación y adecentamiento.

La decoración con azulejos del interior de la Iglesia y las capillas de San José y del Santísimo Cristo del Humilladero, de los pies de las naves laterales, se deben a la restauración de 1907. Para la adaptación del templo a la nueva función como parroquia del barrio se realizaron en el mismo importantes obras, entre 1973 y 1996, recuperándose la primitiva imagen mudéjar, añadiéndose nuevas dependencias y urbanizándose los alrededores.

Fuente.- WIKIPEDIA

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FESTIVAL DE LAS CALLEJAS DE CÓRDOBA "CALLEJA DE LOS LINZONES" (ZONA CALLEJAS DE SAN LORENZO)

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